La educación cooperativa actual adolece de una desvirtuación insalvable: Su contradicción metodológica y esencia, ya que ésta procede de la pedagogía liberal promovida desde los Institutos de Formación Docente oficial.
Por José Yorg, el cooperario.
“La crisis de la escuela es la crisis de la democracia. Los gobiernos de derechas no quieren que la gente piense y la educación tiene un papel central en la lucha contra las narrativas tóxicas”.
Henry A. Giroux
“Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana”.
José Martí
“Nuestras prácticas, nuestras experiencias, nos demostraron elocuentemente que la educación cooperativa escolar y universitaria, pese a las múltiples dificultades en su desenvolvimiento, están en una escala pedagógica superior”.
Ana María Ramírez Zarza.
El objetivo del presente trabajo, su necesidad, está en el hecho de que es hora de incentivar a indagar y asentar firmemente que la educación cooperativa actual adolece de una desvirtuación insalvable: Su contradicción metodológica y esencia, ya que ésta procede de la pedagogía liberal promovida desde los Institutos de Formación Docente oficial.
Comprobado en los hechos concretos lo antedicho, nos interesa estudiar esta “contradicción metodológica y esencia” en función de su relación a la influencia ejercida en la forma y manera de encarar el proceso enseñanza-aprendizaje, más allá de introducir el elemento didáctico de la cooperativa escolar, se hace patente la contradicción insalvable toda vez que se trata de dos concepciones diferentes.
La necesidad de estas pocas líneas en este trabajo se fundan en visibilizar esa contradicción insalvable, se trata al fin y al cabo de rescatar de esos estrechos muros, obstáculos y atrofia que sufre la pedagogía cooperativa y de ese modo habilitar la restitución genética cooperaria.
Concepciones.
La concepción liberal posee en sí lo que Pierre Bourdieu habla con la expresión «violencia simbólica» “Bourdieu pretende enfatizar el modo en que los dominados aceptan como legítima su propia condición de dominación (Bourdieu-Wacquant, 1992: 167). El poder simbólico no emplea la violencia física sino la violencia simbólica, es un poder legitimador que suscita el consenso tanto de los dominadores como de los dominados, un «poder que construye mundo» (worldmaking power)» en cuanto supone la capacidad de imponer la «visión legítima del mundo social y de sus divisiones» (Bourdieu, 1987b: 13) y la capacidad de imponer los medios para comprender y adaptarse al mundo social mediante un sentido común que representa de modo disfrazado el poder económico y político, contribuyendo así a la reproducción intergeneracional de acuerdos sociales desigualitarios”. J. Manuel Fernández- “La noción de violencia simbólica en la obra de Pierre Bourdieu: una aproximación crítica”.
La concepción cooperativa es aquella que los socialistas utópicos entrevieron y que Pablo Imen nos dice desde su artículo en la Revista Idelcoop –“Los socialistas utópicos, cosmovisión y mirada pedagógica: memorias del futuro”.
…“En las cooperativas, el sentido político de la educación y su apuesta a la construcción de una sociedad justa, emancipada y radicalmente democrática, es un elemento fundamental que responde al silencio tecnocrático propiciado por el “apagón pedagógico” neoliberal”.
Pero hoy, en pleno Siglo XXI, las condiciones negativas para la vida humana se han enervado en sumo grado, y la pandemia iluminó con mayor potencia las desigualdades sociales, aquellas mismas negatividades que empujaron a los Pioneros de Rochdale a buscar y encontrar en la empresa cooperativa un refugio económico-social, desde allí se proyecta nuestra conciencia histórica y humana.
Los sistemas oficiales educativos en todo el mundo están desactualizados, salvo excepciones, están a la vista y paciencia de quien quiera verlo y admitirlo. Entonces los intelectuales y pedagogos liberales intentan perseverante y de mil maneras cambiar para que nada cambie ese modelo educativo liberal, sin conectividad.
Prueba de cuanto se anota aquí es una nota reciente en el periódico La nación de Argentina, en un artículo crítico “Educación. Por qué el sistema conspira contra los buenos docentes” de Alejandro Horvat. Según nuestro criterio, un alegato a favor de la meritocracia educativa, individualista, veámoslo:
“Los maestros y maestras se desempeñan dentro de un sistema educativo, paradójicamente, desinteresado en el mérito individual y el crecimiento profesional de aquellos que pretenden trabajar en las aulas”.
«Claramente, el único incentivo es el compromiso con su profesión y sus alumnos. Los gobiernos no están interesados en su desempeño. Todo es igual, nada es mejor«, dice Mariano Narodowski”. La pregunta del millón es ¿Por qué los gobiernos no están interesados?
Nosotros le damos la palabra a Henry A. Giroux en su antología crítica “Pedagogía y política de la esperanza. Teoría, cultura y enseñanza”: “Parece claro que el modo de razonamiento incorporado a la cultura del positivismo no puede reflexionar sobre el significado y el valor o, para el caso, sobre nada que no pueda verificarse en la tradición empírica. Como en esta perspectiva no hay cabida para la visión humana, la conciencia histórica queda despojada de su función crítica y el progreso se limita a los términos aceptables para el statu quo”.
De lo que se trata es de intentar salvar la humanidad de la deshumanización neoliberal, aunque les cueste comprender a los decisores políticos y económicos.
La pedagogía cooperaria, su método, su proyección, sus contenidos, sus valores y principios hacen uno de los mejores prospectos para arrancar a la humanidad de su estancamiento y proyectar su subida a un escalón más arriba como especie humana por medio de la cooperación.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!