¿Posee el cooperativismo una teoría explicativa de la crisis capitalista global?
La existencia en nuestros países de una estructura económica y social de dependencia y atraso, conlleva la presencia de una ideología que la sustenta y justifica. La concentración en manos de los grandes intereses monopolistas de los medios de información y deformación de la opinión pública, su intervención en los diversos niveles de la instrucción y la enseñanza, hace que la misma asuma generalmente un carácter predominante. Como tal, mentalidad dependiente, se manifiesta también en el seno del movimiento de la gestión económica solidaria”.
León Schujman
No hemos leído o tal vez directamente no hayan elaborado una tesis quienes debieran hacerlo sobre el cooperativismo ante la crisis capitalista global, de cualquier modo, nosotros nos sentimos convocados a realizar algunas líneas reflexivas sobre esta cuestión muy importante.
Es harto sabido que el capitalismo es un sistema socioeconómico a escala mundial, cuya naturaleza de su desarrollo proviene desde que se inició la esclavitud, pasó por el feudalismo y finalmente llegó su plenitud con sus etapas comercial, industrial y financiera.
Desenvueltos estas tres etapas citadas y sus cíclicas crisis de crecimiento, el capitalismo de hoy denominado neoliberalismo se enfrenta a su irresoluta crisis global. No escapa el capitalismo a lo que marca la teoría de sistema, en cuanto a su agotamiento. Pero no se retirará tan generosamente a su jubilación, no señor.
Veamos que nos dice el destacado economista argentino Dr. Julio Gambina sobre el contexto derivado de lo que breve e incompletamente expusimos, es decir, cómo se debería responder a las consecuencias que trae consigo esta crisis capitalista en Latinoamérica y el cooperativismo debiera poner toda su atención, pero además elaborar una tesis que guie la acción.
Afirma Gambina que “América Latina y el Caribe tiene que contestar con integración a los problemas que hoy presentan la economía mundial que es un momento de gran desorden y crisis y donde los grandes estados del capitalismo mundial solo atienden a las necesidades de los grandes bancos, de los grandes capitales en un tiempo en que la inflación extiende los problemas de la pobreza en el mundo. CEPAL lo confirma para América Latina y el Caribe: en los últimos 10 años es una nueva década perdida para la región, hemos bajado en todos los indicadores sociales deteriorando un ritmo de mejora a la situación económico social en nuestros países”( http://juliogambina.blogspot.com/)
En otro artículo denominado “La crisis bancaria y la respuesta del Estado capitalista”, Gambina nos ilustra sobre “El fenómeno de la crisis bancaria se hizo visible con las recientes caídas de algunos bancos regionales estadounidenses, caso de Silicon Valley Bank, el Signature Bank y el Silvergate Capital. A ellos se sumó la crisis del Credit Suisse y su absorción por el UBS, extendiendo el problema a Suiza y a Europa, nada menos que con las pérdidas de valorización del Deustche Bank”.
Los gobiernos salvan de la ruina a los bancos pero no salvan a sus trabajadores y menos a personas de las hambrunas que desatan sus crisis.
Todos estos asuntos lo estudiamos en el seno del Foro del poder político cooperativo Latinoamericano, constructo cuyo objetivo fundamental reside en que el cooperativismo recupere su eje político original para avanzar y dar respuestas al pueblo en cuento a construir un mundo mejor.
Recuperar su eje político implica-a nuestro juicio-recuperar el objetivo original del cooperativismo que Paul Lambert en su libro “La doctrina cooperativa”, nos enseña: La “aspiración de conquista”, que conforman la esencia de la cooperación: “… queriendo… servir a sus miembros y a la colectividad entera, la cooperación tiende a conquistar y transformar la organización económica y social del mundo”.
Por otra, el gran maestro León Schujman nos refiere sobre el Seminario Internacional sobre Administración y Contabilidad Cooperativa. Conclusiones en su artículo “La educación cooperativa, fines y contenidos” (Revista de Idelcoop – Año 1975) “…luego de un fructífero intercambio de informaciones y experiencias, se llegaron a importantes conclusiones que valoran el quehacer cooperativo en el medio latinoamericano, pero también, con amplio sentido autocrítico, registra sus falencias con relación a las grandes tareas de la transformación económica social”:
Por razones estrictas de espacio periodístico, hemos optado por elegir sólo tres de los siete que hemos publicado con anterioridad:
3.-La característica principal de América Latina es su dependencia que implica y se manifiesta en distintos grados de subdesarrollo. Dicho subdesarrollo se aprecia en la deformación de las economías, en la mayoría de los casos mono-productores, en los altos índices de analfabetismo, en los bajos niveles de nutrición, en los altos índices de mortalidad infantil, en la carencia de asistencia médica sanitaria, en los bajos niveles de ingreso por habitante y en los grandes desniveles en su distribución.
4.-El movimiento cooperativo latinoamericano está llamado a ser un valioso instrumento de transformación socio económico de sus países. Se reconocen los importantes aportes del cooperativismo latinoamericano a nivel de cada país para mejorar las condiciones económicas y sociales de amplios sectores de población pero es necesario analizar sus errores y deficiencias que permitan superarlos para que puedan responder con fidelidad a los anhelos de justicia y solidaridad de los pueblos de la patria grande.
5.-Con profundo sentido autocrítico observamos, en determinadas manifestaciones del cooperativismo latinoamericano, una inserción complaciente dentro de los marcos que configura la dependencia, una inobservancia principista que se expresa en el ámbito del control democrático y en la falta de participación, un vacío de integración vertical y horizontal a nivel de los movimientos cooperativos, una educación formalista que no hace sentir a los integrantes de las cooperativas partícipes de un movimiento más amplio que desea transformar las estructuras socio-económicas de la sociedad en que se encuentra, una preeminencia del éxito de la gestión económica sobre la finalidad esencial de carácter social y humanista.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!